Ciencia e influencia

En 1969 nace la Union of Concerned Scientists (UCS), una organización norteamericana sin ánimo de lucro “basada en la ciencia trabajando por un entorno saludable y un mundo más seguro”. Esta entidad se dedica a hacer investigación científica independiente, así como a impulsar la acción ciudadana para desarrollar soluciones innovadoras y fomentar cambios a nivel gubernamental, empresarial y en los consumidores. 

Esta institución, igual que otras similares como el Council for Responsible Genomics (CRG), es exponente de una posición crítica dentro del mundo científico y aboga por promover una ciencia de interés público y anti militarización.

Si visitamos hoy la página web de la UCS, nos encontraremos con una noticia acerca de una intervención en marzo de 2021 que personalmente me ha llamado la atención:  

Se trata de una entrada en la que se explica que un paquete de ayudas económicas lanzado con motivo de la crisis del coronavirus ha supuesto un cambio “histórico” en el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA), al dedicar cinco millones de dólares al colectivo de agricultores BIPOC (unas siglas que significan "personas negras, indígenas y otras personas de color").

En el texto se explica que en 2020 la UCS y otra entidad (HEAL Food Alliance) publicaron un documento conjunto sobre equidad en el sector de la agricultura (“Leveling the Fields: Opportunities for Black People, Indigenous People, and Other People of Color”). En dicho documento se identificaron mecanismos para eliminar los obstáculos que enfrentan los agricultores BIPOC. La noticia es que dichos mecanismos se incluyeron en el paquete de ayudas al que nos referíamos al principio, con el objetivo de atajar el racismo sistémico en la USDA a través de ayudas económicas y asistencia.

La lucha contra el racismo y las desigualdades es un tema candente en todo el mundo, pero lo es con especial fuerza en Estados Unidos, donde se ha generado mucho movimiento social al respecto (como el Black Lives Matter) y donde el debate público sobre el asunto está al orden del día. En este escenario, tiene sentido que esta preocupación social por la igualdad de oportunidades y por atajar el racismo sistémico se vea reflejada tanto en los gestos políticos (como la ayuda a los agricultores que nos ocupa) como también en la agenda de entidades como la UCS.

Sin embargo, desde mi óptica personal, me ha sorprendido gratamente una declaración tan abierta a favor del colectivo BIPOC, con una clara perspectiva ideológica (habla de racismo sistémico) y proveniente de una entidad científica. Creo que es una buena noticia que la ciencia pueda ser influyente y que se preocupe usar dicha influencia para fomentar la inclusión, la equidad y la igualdad de oportunidades y para eliminar el racismo.