Retos y herramientas: planificando un reportaje

Primeros pasos en el reportaje sobre la investigación en primera persona en salud mental, y aparecen las primeras dificultades. 

En primer lugar, se trata de una nueva tendencia en la investigación de la cual hay aún pocos exponentes a nivel internacional y aún menos a nivel español. Por ello, me estoy dando cuenta de que será una tarea compleja encontrar diversidad de opiniones al respecto. También será difícil hablar de resultados o de impacto.

Sin embargo, tengo algunos elementos a mi favor, como el conocimiento de primera mano de distintos grupos de investigación en salud mental en Catalunya, uno de ellos en primera persona, y también contacto directo (ya que es el proyecto en el que trabajo) con la Red TECSAM, que une a 29 grupos de investigación en salud mental y tecnología en Catalunya. Asimismo, en lo referente al impacto, sí que podré hablar en términos cualitativos, de lo que esperan poder conseguir las personas implicadas en este tipo de investigaciones.

Por otra parte, como ya apuntaba en la anterior entrada, tanto el tratamiento médico como la investigación en salud mental son asuntos mucho más complejos y controvertidos que en el caso de otras enfermedades, debido a la misma naturaleza de dichas enfermedades. Y es que en el caso de la salud mental, es muy complejo determinar cuáles son las causas de las dolencias, puesto que el entorno tiene una importancia enorme en su desarrollo y, también, es complejo contar con diagnósticos y tratamientos certeros, ya que se trata de enfermedades para las cuales normalmente no existen pruebas objetivas, sino que se trata de diagnósticos en base a la sintomatología. Esto genera mucho debate al respecto de los diagnósticos y las clasificaciones, que no son reconocidos y aceptados por los afectados. También es la causa de la distancia, en ocasiones insalvable, entre la visión más biologicista de los sanitarios y algunos investigadores y la visión más subjetiva y social de algunas personas afectadas.

En este mismo sentido, algunas de las personas implicadas en el movimiento en primera persona se definen a sí mismas como “supervivientes” del sistema sanitario y, en concreto, de la psiquiatría. De este modo, hacen referencia a la vulneración de derechos (con sujeciones, ingresos involuntarios, sumisión química) que muchos de ellos han experimentado en el sistema sanitario e institucional.

Todo este contexto, complejo, polémico y muy ligado al estigma, será complicado de introducir en el reportaje manteniendo la atención e interés del lector. Una posible solución es mediante un despiece de contexto, una infografía o bien referencias a otros artículos en profundidad para ahondar en todas estas polémicas.